Crónica: Dr. Feelgood + Django Brothers (10-02-07)

Este sábado pasado y gracias a la insistencia de mi amigo Víctor, que había flipado con ellos el año pasado, asistí al concierto de uno de los grupos míticos de la escena 70’s del Blues-Rock: Dr. Feelgood, los cuales si bien no venian con su formación original (de hecho no sé si queda alguno), son un conjunto de experimentados músicos que dieron una lección de esas que no puedes olvidar.

Pero no adelantemos acontecimientos. En primer lugar, es sorpresivo cuando menos ver que una banda como los Dr. Feelgood actúa en un garito como el Gruta 77, que si bien es de los que mejor suena de todo Madrid, tiene un aforo ridículo para un grupo de esta magnitud. Más adelante vereis que me equivoqué en este punto.
Como segunda curiosidad, al entrar en el Gruta veo un cartel en la puerta anunciando el próximo mes un concierto de Wilko Johnson en la misma sala. Para quien no lo sepa, Wilko es el guitarrista original de los Dr. Feelgood, lo que no deja de ser gracioso.

Y por último, los teloneros son unos tales Django Brothers de los que la única referencia que tengo es que uno de los guitarras es colega de mi colega Angelito.

Además hay que tener en cuenta que yo habia escuchado más bien poco a esta banda, mis expectativas estaban bastante bajas en cuanto a que me iba a encontrar esa noche.

Comenzaron los Django Brothers. La presentación era bastante inusual, dos guitarristas sentados y en medio un contrabajo, de pie. Cuando empezaron a tocar parecia que iba a ser un poco coñazo, pero de repente comenzaron a desgranar una serie de temazos clásicos de jazz y blues que hicieron que se nos metiese el ritmo en el cuerpo a todos los presentes de un modo inusitado.

Tremendos, divertidos y muy buenos músicos. Me sorprendieron gratamente estos Django Brothers, que se marcaron unas geniales versiones de Django Reinhardt y Duke Ellington, e inclusose atrevieron con un tema propio (cogollo fly away) acompañados por un kazooque le dio un tono un poco más gamberro y menos formal que el resto del concierto.

En resumen, los Django Brothers me parecieron muy interesantes por lo sorprendente y arriesgado de su propuesta, y porque cuando acabó el concierto no podia dejar de moverme por el ritmillo que me metieron en el cuerpo. Un 8.


En cuanto a los Dr. Feelgood, fue de impresión. Salieron a escena cuatro señores de unos 50 años, pero con pinta de tener más escenario a sus espaldas que cualquiera de los grupos que he visto en los últimos años.
Elegantes, trajeados y con estilo. Solo su salida a escena presagiaba que lo bueno estaba a punto de empezar… y empezó. Con los primeros acordes de «Riot in Cell Block #9» la gente comenzo a flipar.

Temas clasicos de los Feelgood («Roxette») y clasicos del Blues electrificados se alternaron para darnos una buena dosis de Blues-Rock magistral, con una furia increible y clase sobre el escenario que no todo el mundo se puede permtir.

Sonaron como una apisonadora del Blues con un cantante que no se quitó las gafas de sol durante todo el bolo y que manejó al público como quiso. El guitarra, que ponía unas expresiones de lo mas graciosas mientras tocaba, era un animal que no dejó de repartir caña sónica y que según avanzaba el concierto se fue creciendo hasta copar el solo gran parte del escenario. El bajista, sobrio y con mucha clase dio una lección de ritmo, mientras el batería, que fue el que menos resaltó del combo, mantuvo el tipo como un profesional creando una sólida base de ritmo.

Después de pegarnos una paliza de ritmo y caña, y ante los rugidos del público de una sala casi llena, volvieron para marcarse un bis de infarto, que acabaron haciendo una broma con los ritmos latinos del clásico «Tequila» en un increible final.

Yo acabé agotado. Para mí eso indica cuando un concierto ha sido espectacular.
Un 10 absoluto.

Mi impresión inicial de que este garito era poco para estos monstruos quedó totalmente desechada. El calor que desprendieron en este pequeño escenario fue algo tan increible que no se hubiese vivido igual en un sitio más grande. Estos tipos han nacido para tocar en garitos llenos de humo y sudor y haciéndonos vibrar desde la cercanía.

En fin, que tendré que ver a Wilko Jhonson el mes que viene…

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