Con un poco de retraso llega la crónica del pedazo de festival que vivimos hace un mes la gente de La Ducha Fría, de A Mestizarse!! y de Echando Chispas, y que nos hizo un poquito más felices a todos.
El porqué de dicha felicidad se debe a que es uno de los festivales mejor organizados, más cómodos y mas agradables que hemos vivido. La impresión general de todos los que fuimos y de la gente con la que hablamos fue tremendamente positiva: buena organización, un sonido increible, sin colas para comprar bebida, bastante sitio para sentarse y sombras. ¡¡EXCELENTE!!
¿Y el cartel? Espectacular. Una combinación de estilos muy ecléctica, con un equilibrio adecuado de todos los estilos más vigentes dentro de la música de nuestro país (mestizaje, rock, hip-hop, heavy, punk, …), aunque quizá me sobró un poco el heavy, que era lo único que no sonaba fresco como el resto de músicas que se oyeron allí.
Además, el aliciente de tener dos cabezas de cartel extranjeros: el primer día los alemanes Blind Guardian y el segundo, un grupo con querencia por los festivales hispánicos como son los desquiciados punkis Toy Dolls.
Vamos, que este festival tenía todas la papeletas para ser épico. Y el combinado de Radio Carcoma emprendió el camino hacia Cáceres City para vivirlo.
Por cuestiones laborales no pudimos ir desde el jueves, lo que nos hizo perdernos el primer día de conciertos, pero aunque había buenos grupos, los días interesantes eran los dos siguientes.
El viernes llegamos sobre las 20 h. justo para ver el principio del concierto de Ilegales. Gran grupo, grandes macarras con solera. Dieron un concierto correcto y divertido pero un poco parado. Sonaron los clásicos de la banda que, aunque me gusta, siempre me ha parecido que le falta un algo que los haría ser geniales…
A continuación, uno de mis grupos favoritos, Siniestro Total, que nunca me han decepcionado en directo. Condenados a dar un concierto breve de unos 40 min., desde el principio Julian Hernandez hizo bromas con el reloj que en un lateral del escenario les avisaba del tiempo que les quedaba. Dieron un concierto magnífico, encadenando temazos como «Adios al R’n’R», «Chusma», «Ay dolores», «Bailaré sobre tu tumba», dejando como siempre un breve interludio para tocar algunos temas «raros» de su extensa discografía, que suelen ser degustados por los fans más acérrimos como yo con verdadero deleite. En esta ocasión, en esta «feria de clásicos» se marcaron «Síndrome de Estocolmo», «Sobre tí» y «Quiero ser Emilio Cao», lo que fue una maravillosa sorpresa.
Y justo cuando el concierto está en su apogeo y todo el público se lo estaba pasando pipa, se tienen que ir. Maldito horario de los festivales…. Pero volvieron para marcarse una versión superpunki de «Ayatollah» con la que se despidieron de todos. Un 8’5.
Tras Siniestro, hora de cenar. Y comiendonos un bocata escuchamos a Boikot. Pachangueo revolucionario, como dice nuestro colega Paco, pero hay que reconocer que sonaban muy bien y muy divertidos.
Se cambiaron los horarios de Muro y Blind Guardian, lo que nos dejó tiempo para recorrernos un poco el festi y ver el mercadillo antes de dirigirnos a la ceremonia del Metal: Blind Guardian.
Muy bien concierto, con un sonido espectacular. La puesta en escena no fue espectacular y el cantante no se movía demasiado, pero la banda demostró un altísimo nivel y dieron un gran concierto. Además no fue, como yo me temía un concierto demasiado Heavy-plasta con terribles e inacabables solos y desarrollos instrumentales, sino que fueron muy contundentes y precisos, con muchísimos temas-himnos coreados por todo el público, que me hicieron revivir recuerdos y satisfacieron con creces a ese pequeño heavy adolescente que todos llevamos dentro.
Y por último, para cerrar mi noche (porque estaba tan cansado que no hubiese podido ver ni un grupo más), nos dirigimos al escenario de versiones para ver a La Leñera, increible grupo de homenaje a Leño, que dieron un conciertazo que por momentos nos devolvió a los derosendo Mercado en toda su gloria a principios de los 80. Fue un concierto de esos que te ponen la sonrisa en la boca desde el primer momento. Son temas forman parte de tu vida y que nunca esperas que llegues a ver en directo y esta gente, unos monstruos de escenario, con un cantante con una voz idéntica ala de Rosendo, tocan fabulosamente bien y te sueltan un clasico tras otro. Increible. 9,5.
Al día siguiente, y debido a la solanera que daba en la zona de camping, estabamos en pié a las 11:30 de la mañana, perfecto para asistir al concierto de apertura de ese día a las 12 h., Stafas.
Los de Mikel dieron un conciertazo, llegando a congregar bastante gente pese a la hora y lamentablemente corto por ser los primeros, pero que aprovecharon mas que bien. Con recordatorios y proclamas por el Día de la República, tocaron muchos temas de sus dos discos, entre bromas y diversión. Geniales. Un 8.
Tras tres conciertos heavys que no me interesaban demasiado (Stravaganza, Silverfist y Skizoo), llegó el momento de la locura punki: Piperrak. A las cinco de la tarde del sábado el festival se llenó repentinamente de gente, todos deseando ver la reunión de un grupo mítico de la escena punk española. Los Piperrak sorprendieron por el poder de convocatoria que consiguieron y fueron los primeros en hacer cantar a todo el festival. Increible. Reconozco que apenas les había escuchado, pero me parecieron muy divertidos y la gente salió encantada. Perfectamente podrían haber tocado a las 23 h en vez de a media tarde.
Tras los Piperrak, unas horitas de descanso en Cáceres, para prepararnos para el intensivo que vendría después. De regreso, llegamos justo para el concierto de Burning. Geniales. El Johnny y compañía destilaron clase y chulería por los cuatro costados y dieron un conciertazo macarra como pocos, haciendo bailar al personal y disfrutando encima del escenario. Cayeron todos los clásicos (Jack Gasolina, Mueve tus caderas, etc…) y a todos los que los conociamos, y muchos que los descubrieron, nos hicieron felices durante un buen rato. Rock del que te llega al alma. Un 9.
Tras ellos, uno de mis favoritos del cartel: La Excepción. No les había visto en directo desde la gira de presentación de su primer disco, y la verdad es que han ganado muchísimo en la puesta en escena, con los colegas del barrio haciendo los coros y los momentos humorísticos del colega «Rellenito» poniendo una voz que es de otro planeta. Fue un concierto genial, divertido y muy animado e hicieron botar a todo el festival pese a la solana asesina de las seis de la tarde que se cernía sobre nosotros. Tal era el calor que el pobre Langui tuvo un desmayo y se cayó y tuvo que hacer el siguiente tema sentado en una silla.
La verdad es que mostraron ser unos monstruos de escenario y se hicieron con el público a la primera rima. Son tan auténticos que su mensaje te llega aunque no seas un oyente habitual de estos ritmos. estoy seguro que hasta los heavys más herméticos bailaron y disfrutaron esa tarde con los del Pan Bendito. Espectacular.
Tras ellos Macaco dieron un concierto correcto pero que como las últimas veces que le hemos visto, demasiado centrado en sus dos últimos discos. Echo de menos escuchar en directo temas como «Gacho Peleón» o «Tio Pedrito» que en su momento les hicieron un grupo indispensable. Ahora parece que hayan olvidado esos primeros discos y navegan por aguas más comerciales.
Pese a todo el concierto me gustó.
Momento para descansar, comer algo y reponer fuerzas. Una pasada por la carpa de versiones para ver un rato a los Sábado Negro (si, lo que os suponiais, hacía versiones de Black Sabbath). Y volvemos para el final del concierto de Rosendo. ¿que decir de Rosendo que no haya dicho las 4325 que he debido verle? Pues eso.
Y entonces empezó la fiesta: Delinquentes. Con su verbena rumberahicieron bailar y cantar a todo el festival. Muy divertido. Parecen incombustibles, tocan en todas partes y siempre suenan tremendos. Tuvieron algunos problemas de sonido, pero salieron del incidente y siguieron adelante como si nada. Geniales, como siempre.
Después vino la locura punk: Toy Dolls. Por primera vez tenía delante yo a este trío y fueron justo lo que me esperaba. Una actuación delirante, con sus gafas absurdas, sus coros y sus locuras, hicieron que todo el mundo montase un espectacular «pogo» que se extendió por todo el público. Seguro que muchos chavales descubrieron a este clásico grupo por vez primera.
Momento de bajón: son las 02:55 y las fuerzas ya flaquean. Las casi 15 horas en pie ya pesan en el cuerpo. Pero viene la Banda Bassotti y pese al cansancio la fiesta continuó. Terriblemente divertidos. La verdad es que si no hubiese sido por ellos, no hubiese sido capaz de llegar al último concierto de la noche. Al final, versión de Kortatu, «Zu Atrapatu Arte«, y fin. Son la bomba.
Y lo que todo el mundo estaba esperando. Son las 4 de la madrugada y les toca a Los Chichos. Todo el festival a la espera. Y salen al escenario y lo flipan. No hay más que oir lo que dijeron:
«Muchachos, lo vuestro tiene mucho mérito. Llevais tres días escuchando rock del duro, y ahora estais aquí para vernos a nosotros»
Épico.
Dieron un buen concierto, con todo el mundo coreando los temas. Me da la impresión de que ellos no se lo podían creer. El único problema es que les faltaron temas de los más animados, que para un concierto a esas horas hubiesen sido adecuados. De todos modos cayeron clasicazos como «Ilusiones» o «Amor de compra y venta». El final, con gente subiendose al escenario y un «Ni más Ni Menos» que hizo que todo el mundo se fuese contento a la cama. Un curioso y divertido fin de fiesta.
En resumen, un sobresaliente para un festival que por la afluencia de público y la positiva impresión general, tiene la continuidad más que asegurada para el próximo año. Y que sean muchos más.
P.D. Además de todo esto, en Cáceres se come de lujo…