La superposición de eventos musicales de este pasado fin de semana hizo que todos los amantes de la música de amplio espectro las pasásemos canutas para tomar una decisión respecto a que conciertos ir y cuales desechar.
Al final este sábado decidimos ir a Fuenlabrada toda la tropa de Radio Carcoma, o al menos representantes de Echando Chispas!!!, La Ducha Fria y A Mestizarse!!!
Al llegar a Fuenlabrada, Mar, Jose y un servidor nos dirigimos a la carpa municipal para ver a Amparanoia y Angel dirigió sus pasos al campo de futbol para asistir al festival Heavy que se realizaba allí.
Amparanoia tocaba en Fuenlabrada como parte de su gira de despedida y la verdad es que tenia muchas ganas de verla, ya que la última vez que la vi en directo pudo haber sido hace lo menos 6 años y no acabé muy satisfecho. Llegamos con el concierto empezado y la gente estaba muy animada. El recinto estaba justo en medio de la feria, rodeada de chiringuitos y el público era un fiel reflejo de ello: chavalitos, jovenes y mayores, familias con niños, abuelos y todo el mundo bailando y pasándoselo pipa.
Amparo mostró las tablas que ya tiene después de patearse los escenarios de medio mundo y jugó con el público pidiéndoles coros, repeticiones y haciendo a la gente disfrutar. Como siempre, abusó un poco de eslogans revolucionarios, pero no convirtió el show en un mitín buenrrollista como se la ha visto hacer otras veces.
La banda que llevaba era espectacular con percusionistas, teclados, violin, vientos y más, y todos muy buenos, pero da pena recordar la banda de sus inicios que tenia muchísima personalidad. En cuanto al repertorio, repasó temazos de todos sus discos y nos dió a todos lo que estábamos esperando. Temas nuevos y antiguos se combinaron a lo largo del show. Atrás quedan los experimentos tipo «sound system» y fue toda una descarga de música para cantar y bailar, dejándonos esta vez muy satisfechos. «Voy corriendo», «Mi amor se fue», «Ella baila Bembé» y el bis que se cerró con el obligado «Welcome to Tijuana» sonaron aquella noche.
Después de comer algo y tomar unas cervezas, emprendimos camino hacia el campo de futbol para ver que nos deparaba el festival Heavy que se celebraba allí. Teoricamente abrian el cartel Avalanch y Atlas, que no vimos, y según nos acercábamos al recinto escuchamos los últimos temas de Obús.
El cambio de ambiente fue espectacular: de familias y gente de todo tipo nos encontramos con un campo de futbol llenos de heavys, y del festival de colores pasamos al negro más absoluto.
Y en ese momento empezaron los Saxon. Un servidor, que siempre ha llevado un pequeño heavy dentro, pues se emocionó al instante. La mayoría de los que amamos la música en toda su magnitud hemos pasado una etapa heavy, y ahora, aunque no escuchemos ese género con asiduidad, cada vez que escuchamos un temazo de antaño, se nos remueven las pequeñas tachuelas que se quedaron remachadas en nuestro corazoncito.
Y eso fue lo que me pasó con Saxon: sin ser mi grupo de heavy favorito, me volaron la cabeza desde el primer momento, con ese ritmo de locomotora y la clase y la presencia de su líder, Biff Byford, que pese a estar entradito en años ya sigue destilando poder al frente de su banda.
Saxon, unos de los supervivientes de la New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM), movimiento que revitalizó el género a principios de los 80’s, siguen al pie del cañón sin necesidad de separarse y reunirse como tantas otras bandas y siguen repartiendo estopa metalera como los que más.
Y Biff supo jugar con el público haciendole cantar, contando chistes y moviéndose sin parar del principio al fin del concierto, conviertiendo este en una auténtica Ceremonia del Metal. Desgranaron muchos temas recientes pero los clásicos como «Crusader», «Wheels of Steels» o «Heavy Metal Thunder» sonaron brutales.
Dos conciertos radicalmente distintos el mismo dia: Amparanoia y Saxon. Lo más sorprendente es lo parecidos que fueron, al tener al frente dos líderes que sabian manejar tanto a su banda como a su público. Yo, que soy público fácil y me arranco a dar palmas a la mínima, me sentí un poco como un juguete en sus manos.
Amparanoia y Saxon, dos grupos tan diferentes, pero dos conciertos muy parecidos. Y que grande es la música!!!